Cuándo elegimos una profesión y decidimos vivir de ella, lo hacemos porque nos apasiona, nos interesa, nos motiva y nos resulta relativamente fácil adquirir conocimiento y habilidades sobre ello.
El problema es que cuando nos convertimos en mamás, frecuentemente nos desconectamos de nosotras y de nuestra profesión y entramos en piloto automático. Comenzamos a trabajar muchas horas, corremos como bomberos detrás de los pendientes laborales y los hijos, no tenemos tiempo para nosotras y nos sentimos frustradas… ¿Para esto nos formamos?
Hoy queremos brindarte 3 preguntas claves para saber si estás conectado con tu profesión:
1) ¿Disfrutas lo que haces y cómo estás trabajando?
2) ¿Sentís reconocimiento por tu trabajo? (Reconocimiento propio, de clientes, colegas, alumnos…)
3) ¿Estás cobrando bien por lo que haces u ofreces? Y este «bien» es subjetivo, se refiere a lo que vos querés ganar, a tus objetivos y estilo de vida que querés tener, y al valor de lo que aportás.
Estás preguntas nos permiten hacer un alto y salir del piloto automático para conectar con nosotras mismas y nuestra profesión.
Si respondiste que NO alguna de estas preguntas es momento de revisar y tomar nuevas decisiones a consciencia.