¿Sos mamá bombero o mamá piloto?

Esta reflexión surgió en una sesión de coaching donde una querida Working Mom compartía cómo se sentía: «me siento una madre bombero, siempre apagando incendios», nos dijo. Cada día aparecía una lista interminable de tareas pendientes, desde fechas límites laborales que ya estaban atrasadas, hasta las tareas escolares de su hijo mayor de 8 años, que quedaban incompletas. Las tareas del hogar también se acumulaban, y en cada intento de avanzar, su bebé de 4 meses le pedía brazos unas 1400 veces. Al final del día, los mails sin leer seguían ahí, y la lista de pendientes no dejaba de crecer. La carga mental se hacía tan abrumadora que el burnout materno – estrés por exceso – era una realidad constante. ¿Hasta cuándo seguir asi? le preguntamos. Hizo silencio.

Las mamás bombero suelen sentirse:

  1. – Extenuadas, frustradas y al borde del agotamiento.
  2. – Creen que no hay nadie que realmente las entienda ni las ayude.
  3. Se sienten atrapadas en un ciclo en el que ni siquiera pueden ir al baño solas o tomarse una ducha de 10 minutos tranquilamente.
  4. Empiezan a cuestionarse: ¿Para qué tanto esfuerzo? ¡En mi profesión no veo los frutos esperados y la maternidad me agota! ¿Cómo hacen otras madres que trabajan para no colapsar?
¡Stop, querida Working Mom!

Aquí es donde entra la mamá piloto , aquella que ha aprendido a navegar su día a día con mayor calma, planificando sus pasos como si trazara una ruta de vuelo. Ser una madre piloto no significa que nunca haya turbulencias o tormentas, sino que hay un plan para manejarlas sin caer en la desesperación.

La mamá piloto:

  • Tiene un plan de vuelo trazado, sabe hacia dónde va y cómo llegar.
  • – Considera siempre los planos B, C y D por si aparecen imprevistos en la ruta.
  • – Mantiene su tablero de mando bajo control , entendiendo cuáles son las prioridades del día.
  • – No acciona desde la urgencia , sino desde la claridad, sabiendo qué es lo importante en cada momento.
  • – Cuando el avión necesita recargar combustible, no duda en hacer una escala. Sabe que es necesario un descanso para recuperar energias y continuar el vuelo.
  • No viaja sola : siempre tiene un copiloto (puede ser una pareja, un familiar o una red de apoyo) en quien confiar cuando necesita delegar.
La madre piloto disfruta del viaje

Ser una madre piloto implica integrar la maternidad y el trabajo de manera consciente y organizada . No se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor , gestionando el tiempo y las emociones para tener energía no solo para los hijos, sino también para vos misma. El viaje de la maternidad tiene muchas escalas, y aprender a disfrutarlas es lo que marca la diferencia entre colapsar y volar libremente.

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