«Tengo temor a crecer con mi profesión y no poder ser la madre que espero», confesaba Cristina que estaba embarazada de su primer hijo y estaba de 6 meses.
Cristina estaba creciendo en su carrera profesional y era quien generaba más ingresos en su familia. Traia consigo muchas exigencias, mandatos sociales, un perfeccionismo agobiante y un gran deseo de cambio. Decidió que, en lugar de dejar que los miedos la paralizaran, lo mejor sería prepararse. Por eso, eligió uno de nuestros programas para aprender a gestionar tanto su rol como madre como su creciente responsabilidad profesional
Durante el programa, Cristina fue descubriendo:
- El valor de mantener en equilibrio sus diferentes roles : madre, profesional, mujer, amiga y deportista. Entendió que podía ser todo sin sacrificar su bienestar.
- La flexibilidad del equilibrio : comprendió que ese equilibrio no era fijo, sino que debía adaptarse a cada etapa de su vida, preguntándose siempre: ¿Qué necesito hoy?
- Claridad mental para tomar decisiones claves : identificó la importancia de estar presente y enfocada para tomar decisiones tanto en su vida personal como en su trabajo independiente.
- Responsabilidad sobre sus recursos : dejó atrás la excusa del “no tengo tiempo” y consolidó la gestión consciente de sus recursos: energía, tiempo y dinero, para lograr los resultados que deseaba.
- Valoración de su trabajo : mejoró sus cotizaciones y se enfocó en ofrecer un servicio más especializado, mostrando su valor diferencial. Eligió trabajar con mejores clientes y dejó de hacerlo gratis, lo que le permitió recuperar su bienestar económico y proyectarse a futuro con números claros.
Cristina logró transformar el miedo en acción, tomando el control de su tiempo y su vida profesional. Esto no solo la preparó para recibir a su bebé con calma, sino que también le permitió proyectar su carrera de manera exitosa. Hoy, está segura de que puede ser la madre que siempre soñó sin renunciar a sus ambiciones laborales.